La Justicia ha dado la razón a un empresario de A Coruña acosado por la deudas y no tendrá que pagar los 326.000 euros que le reclamaban, que en su mayoría derivaban de la condición como avalista del afectado frente a una S. L. de la que era socio y administrador.
Es un círculos vicioso con difícil salida. El negocio va mal, por ejemplo por el COVID, se necesitan recursos financieros, se acude a los bancos, y estos dan nueva financiación condicionada al aval personal del empresario. Si como en el caso del COVID, el problema persiste, se necesita más financiación y tiene que volverse a endeudar, hasta que llega un momento que el empresario ya no tiene capacidad de endeudamiento, quiebran las empresas, y las entidades financieras reclaman las deudas al empresario.
El mecanismo de Segunda Oportunidad se ha convertido en un auténtico “salvavidas de empresarios y autónomos” afectados por la crisis económica o la pandemia, y aunque poco a poco se va conociendo sigue siendo bastante desconocido en el mundo empresarial.
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